miércoles, 21 de octubre de 2009
“El primer paso para construir una buena sociedad es la justicia solidaria”
En su discurso al recoger el Premio manifestó: “Sé que se ha tenido en cuenta para esta concesión el compromiso de abrir caminos de diálogo entre creyentes y no creyentes, y entre grupos sociales con dificultades de entendimiento mutuo (…) Hoy un espíritu dialogante es más necesario que nunca (…) para el diálogo es necesario tener sincera simpatía hacia el otro, acercarse a él con confianza, estar dispuesto a aprender de cualquiera que hable con sinceridad y honestidad. Un diálogo sobre las cosas más importantes de la vida es hoy necesario para la supervivencia y el desarrollo de las culturas, especialmente en Europa, para evitar además que nos relegue a espectadores de aquel “clash of civilizations” [sic] (”choque de civilizaciones”) que ha sido pronosticado por algún estudioso como consecuencia del final de los grandes bloques ideológicos.
En un mundo que cada vez se va unificando más desde el punto de vista económico y financiero y en el que hoy es posible comunicar en tiempo real desde todos los puntos de la Tierra a cualquier otra parte de ella, es necesario un estilo de diálogo y de escucha que incluya, además, los problemas sociales y económicos, y permita pasar de una globalización de los mercados y de las informaciones a una globalización de la solidaridad, como ha pedido con frecuencia el Papa Juan Pablo II, invitando para el año del Jubileo a “crear una nueva cultura de solidaridad y cooperación internacionales, en la que todos … asuman su responsabilidad para un modelo de economía al servicio de cada persona” (Juan Pablo II, Incarnationnis Mysterium, nº 12). Se trata de interpretar y organizar la economía reconociéndole el valor y los límites, y su subordinación a la ética. “Ello conlleva además la búsqueda de instrumentos jurídicos idóneos para un efectivo gobierno “supranacional” de la economía: a una comunidad económica tiene que corresponder una sociedad civil internacional, capaz de expresar formas de subjetividad económica y política inspiradas en la solidaridad y la búsqueda del bien común en una visión cada vez más amplia, capaz de abarcar el mundo entero”
Martini cree que “Compartiendo las responsabilidades se defiende la dignidad humana”, que no será posible sin esa justicia solidaria que antepone lo humano a los intereses ciegos del capitalismo neoliberal. Por ello subraya la importancia de la solidaridad: “es en la vida cotidiana, en las relaciones de la vida de todos los días, más allá de ideologías y de roles, donde ante todo se practica la solidaridad. Ésta exige que abandonemos los roles, que olvidemos las conveniencias, para darnos cuenta de que somos simplemente, hombres o mujeres, seres humanos”.
UN LENGUAJE CORRECTO SOBRE EMBARAZO Y ABORTO
Cuando una mujer está embarazada, con frecuencia se dice que “está esperando un hijo” o “va a tener un hijo”, o “va a ser mamá”. Sin embargo, sugerimos que dejemos de utilizar estas frases, pues no expresan la realidad en forma veraz.Una mujer embarazada no está “esperando” un hijo. Ya lo tiene. El niño existe, vive y crece en su vientre. Ella no está por “traerlo al mundo”. Él ya está en el mundo. El vientre de la madre está en el mundo tanto como la madre misma. La mujer embarazada no “será” madre. Ya lo es.Una mujer embarazada es una madre completa. No tiene “medio” hijo o un hijo “en camino” (“en camino..., ¿hacia donde?). El niño ya está aquí, en éste mundo, en toda su singularidad y en posesión de la misma dignidad que cualquier otra persona. Si nuestro lenguaje refleja esta realidad, contribuiremos a la comprensión de que los niños en el vientre de su madre son ya miembros de la familia humana. ¡ Ahora y aquí !
Entonces la gente podrá hacer la pregunta correcta acerca del aborto: “¿Deberá ella tener otro hijo?”. Nuestra respuesta puede algunas veces ser “no”. Puede haber circunstancias - médicas, financieras y sociales – en las que una persona no deba tener otro hijo.
Sin embargo, si una mujer está embarazada, ella ya tiene un hijo. La cuestión del aborto no es la de traer o no un niño al mundo, ¡ sino la de expulsarlo o no del mundo !.
El lenguaje es poderoso. Refleja y le da forma a lo que hay en la mente y en el corazón. Un paso pequeño pero necesario para poner fin al aborto consiste en emplear las palabras correctas y hacer las preguntas adecuadas.
Movimiento Familiar Cristiano (Diócesis de Santiago del Estero)
sábado, 17 de octubre de 2009
Miles de personas se manifiestan en Madrid contra la Ley del aborto
Con el lema "Cada vida importa", que ha encabezado la movilización, los manifestantes han dejado patente su oposición a una reforma legislativa que establece el aborto libre hasta la semana 14 y que sitúa en 16 años la mayoría de edad para decidir sobre la interrupción voluntaria del embarazo. La manifestación ha transcurrido en un ambiente festivo decorado por numerosos globos de colores y banderas de España y otras con el lema de la movilización. Continuamente aclamado por los manifestantes que insistían en saludarle y hablar con él, el expresidente Aznar ha dicho a los periodistas que para él era un "deber de conciencia y de ciudadano" acudir a la protesta. En su opinión, lo que pretende el Ejecutivo al cambiar la ley del aborto "es un grandísimo retroceso". "Por lo menos, que mi voz se oiga en contra, con la mayoría de los ciudadanos de España", ha añadido. Preguntado por qué no cambió la ley del aborto, cuando él gobernaba, ha recordado que se trata de una norma nueva: "estamos hablando de convertir el aborto en un derecho, de permitir abortar sin consentimiento a las menores; eso pasa todos los límites". Durante la marcha ha destacado la presencia de miles de familias completas y numerosos niños que se han situado en el escenario central, en recuerdo de todos los abortos practicados en España desde que se aprobó la Ley del Aborto. Proclamas como "Hijos sí, aborto no"; "Vive y deja vivir"
domingo, 4 de octubre de 2009
San Pablo, protégeme de las malas lenguas
Como todo don, las lenguas pueden utilizarse bien o mal. "Porque a uno se le da por el Espíritu palabra de sabiduría;... a otro, poder de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversidad de lenguas; a otro, don de interpretarlas."I Cor. 12,8; 10
No se debe exagerar ni minimizar la importancia de ningún don. Cada uno tiene su lugar en al plan de Dios y debe utilizarse solo a su servicio. Ningún don es prueba de santidad.
"Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe." I Cor. 13, 1.
Debemos aceptar con gratitud todos los dones de Dios y usarlos bien. San Pablo dice: Doy gracias a Dios porque hablo en lenguas más que todos vosotros" I Cor. 14,18
Habiendo clarificado gratitud por el don de lenguas que el mismo posee, San Pablo escribe en el próximo versículo:"pero en la asamblea, prefiero decir cinco palabras con mi mente, para instruir a los demás, que 10.000 en lengua."-I Cor. 14,19