domingo, 4 de octubre de 2009

San Francisco de Asís, Santo Patrono de la ecología y de los animales

Vida en la Porciúncula (1210-1212). La vida de los hermanos en Santa María de la Porciúncula no era diferente de la que llevaban en Rivotorto: "Aunque este lugar era ya santonuestros antiguos hermanos conservaban su santidad orando continuamente, día y noche, y observando constantemente el silencio; y, si alguna vez hablaban después de la hora fijada para el silencio, era para tratar, con la mayor devoción y del modo más discreto, de las cosas referentes a la gloria de Dios y al bien de las almas. Y si sucedía, cosa rara, alguno empezaba una conversación inútil u ociosa, enseguida era advertido por otro. Se mortificaban no sólo con ayunos, sino también con frecuentes vigilias, con el frío, la desnudez y el trabajo manual. Con frecuencia iban a ayudar a los pobres en sus campos, para no estar ociosos, y éstos, a veces, les daban pan por amor de Dios. Con estas y otras virtudes se santificaban a sí mismos y el lugar. Los que vinieron después vivieron durante muchos años de forma parecida, aunque sin llegar a igualar a los primeros". También observaban la clausura, para evitar que los seglares distrajeran a los frailes, y hacían salidas esporádicas para predicar en las parroquias cercanas y cuidar a los leprosos. Francisco, por su parte, no dejaba de meditar continuamente la pasión y muerte de Cristo crucificado, por lo que alguna vez lo encontraron llorando por el camino, cerca de la Porciúncula.

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