domingo, 3 de junio de 2007

Reflexionando sobre Dios Padre



El amor del Padre no fuerza al amado. Aunque quiera curarnos a todos de nuestra oscuridad interior, somos libres para elegir permanentemente en la oscuridad o caminar hacia la luz del amor de Dios. Dios está allí. El amor sin fronteras de Dios está allí. La luz de Dios está allí. Lo que está claro es que Dios siempre está allí, siempre dispuesto a dar y a perdonar, independientemente de lo que nosotros respondamos.
“El Padre ama a cada hijo y le da libertad para que sea lo que quiera, pero no puede darle una libertad que no pueda utilizar o entender en forma adecuada. El Padre parece darse cuenta, más allá de las costumbres de aquella sociedad, de la necesidad de los hijos de ser ellos mismos. Pero conoce también su necesidad de amor y de un hogar”. Es responsabilidad de ellos decidir como van a terminar sus historias.
Lo que si conozco con una certeza inquebrantable es el corazón del Padre. Es un corazón lleno de una misericordia infinita.
Extraído de “El Regreso del Hijo Pródigo”
Autor : Henri J.M. Nouwen

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